La verdadera historia de la marihuana

Toda una industria detrás

La suma de dinero que mueve anualmente la marihuana en Norteamérica y el mundo entero es asombrosa: miles de millones de dólares, ganándole a todos los cultivos juntos de trigo y otros. Toda esa cantidad de efectivo se distribuye entre quienes la siembran, la venden y todo lo que encierra los programas gubernamentales en contra del consumo y el despliegue de autoridades en muchos aspectos. La prohibición le eleva su precio y se ha comprobado que incita aún más a fumarla.

Está presente en todos los estratos

Durante casi todas las épocas registradas en la historia de la humanidad, la planta del cannabis ha sido empleada y permitida. Los antropólogos han hallado pruebas de que hace más de 9.000 años la marihuana ha estado presente en la sociedad con distintas aplicaciones. Aunque se llegó a asociar como una droga que usan sólo los delincuentes y personas de bajos recursos, la verdad es que gente de todos los niveles la consume y existen productos de todo tipo y plantas de todos los precios.

Disfruta de diferentes estatus legales

En ningún país es 100% legal, pues en Uruguay, Holanda, algunos estados norteamericanos y donde las autoridades suelen ser más flexibles con el cannabis, aun así hay restricciones y reglas que cumplir, sobre todo en la distribución de la yerba que incluso en Jamaica es ilegal y en Uruguay debe ser suministrada por el mismo gobierno. Podemos encontrar casos como el de China y Korea del Norte, donde si llegan a encontrar a alguien portando la yerba, podría incluso pagar pena de muerte. No obstante, en varias naciones se va tendiendo hacia su legalización. Del factor penal depende prácticamente el gran negocio del narcotráfico, pues al convertir la marihuana en algo ilícito, el tráfico se torna multimillonario.

Connotaciones espirituales

Actualmente, diferentes credos y sectas consideran que fumar cannabis es una práctica espiritual que los conlleva a grandes meditaciones y estados de misticismo acrecentado, como por ejemplo los rastafaris o algunas corrientes shivaístas de la India. El hinduismo cree que fue el dios Indra quien trajo por primera vez la planta a la Tierra hace miles de años, para ayudar al hombre a conectarse. Por otro lado, en el año 1484, el papa Inocencio VIII catalogó como un gran pecado el uso de cualquier modo del cannabis, pero lo contradictorio era que el papel empleado por los monjes copistas medievales estaba hecho de cáñamo y la primera Biblia impresa de Gutemberg, también. Del mismo modo, algunas otras corrientes místicas le atribuyen perjuicios para el avance espiritual.

Esta planta ha sido empleada para obtener estados alterados de consciencia desde tiempos muy remotos. Complejos compendios médicos de China, de una antigüedad que supera los 4.700 años describen remedios tradicionales. Después de la China pasó a la India y en seguida al continente africano, por donde llegó a Europa y finalmente, a América, según algunas hipótesis.

Sus inicios en América

Todavía no se ha definido claramente sus orígenes, pero todo señala que fue traída al continente americano por inmigrantes europeos. Se han encontrado evidencias de uso chamánico por parte de varias comunidades indígenas, que proporcionó principalmente el trabajo arqueológico Hill Fitz Gerald, quien junto con su equipo desenterraron pipas antiquísimas en Ontario, cargadas de cannabis y tabaco.

Usos medicinales

Diversas enfermedades como la epilepsia, entre otros problemas de índole neuronal, han hallado una cura y alivio en las propiedades del cannabis. Por ahí ha comenzado la legalización en cuanto usos medicinales en países democráticos. Algunos remedios indígenas recomiendan agregar hojas de marihuana dentro de ron, preservarlo dos semanas y luego colocarse paños humedecidos con esto, con el fin de curar problemas de reumatismo, articulaciones y huesos. Muchos testimonios lo corroboran.

Las principales enfermedades para las que los médicos naturales de antaño requerían esta hierba, son la malaria, el reumatismo y la temible gota. Pero los usos recreativos también eran muy comunes en la India y en medio oriente, ya que los musulmanes al verse cohibidos del licor por el Corán, preferían fumar cannabis y hachis, práctica que se extendió después por Persia.

Las conclusiones generales al respecto, se inclinan a un punto general e importante: nada es bueno ni malo, sino el uso y la intención y cada quien puede tomar una perspectiva libre, según sus principios y las leyes imperantes.

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