Las adicciones más extrañas del mundo

Las adicciones más extrañas del mundo

Las adicciones son conductas nocivas que se apropian de la voluntad de quien las padece. Se caracterizan por episodios de descontrol mental, en la mayoría de los casos, asociado con el abuso de dogas o alcohol. En ocasiones, la adicción puede ser física o psicológica. Resulta impactante ver los alcances de este mal, que aqueja la psiquis de miles de personas. En breve, “las adicciones más extrañas del mundo”.

Comer ceniza


Las adicciones relacionadas con la comida son muchas y representan un verdadero mal en el siglo XXI, pero comer ceniza sí que es una extraña adicción, que por chistoso que parezca, les quita la paz y la cordura a algunas personas en el planeta. Es muy conocido el caso de una mujer estadunidense,  conocida como Bianca, quien siente un gusto particular por comerse la ceniza de los cigarrillos y a pesar de que ella no fuma, algo en su psiquis la obliga a comer ceniza. Dice que es algo que no puede controlar y para cumplir con su objetivo, paga grandes cantidades de dinero en los bares, para que le recolecten toda la ceniza que queda en los ceniceros de los establecimientos.

Las modas más graciosas a través del tiempo Cada década, ha estado marcada por peculiare...
Las cosas más grandes del mundo construidas por el hombre El ingenio humano es capaz de crear obras re...
La leyenda del espejo de medianoche Una leyenda moderna El mundo está plagado d...

Comer papel higiénico

Jade Sylvester, una mujer de origen británico, asegura que es adicta a comer papel higiénico. La extraña adicción surgió como un antojo durante su embarazo y lo consumió durante los 9 meses de gestación. Esto no afectó la vitalidad del recién nacido, pero ella no pudo dejar de consumir el papel y según Jade, después de tener a su  bebé no ha podido dejar de comerlo y debe consumir por lo menos un rollo al día.

Adicción al olor de los chicles masticados

El 80% de la población es adicta a mascar chicle, pero escasas personas en el mundo son adictas al olor de los chicles ya masticados. Peter Jackson, un joven estadounidense,  asegura que debe ir con espátula en mano a la calle, a despegar los chicles del suelo, para tener su dosis diaria del aroma que lo enloquece y que debe inhalar con frecuencia.

Beber pintura

Esta adicción es más normal de lo que parece, pues en el mundo se dice que son muchas las personas a las que le gusta el particular olor y sabor de la pintura y la ingieren sin medir las consecuencias que esto puede traer sobre su cuerpo, pero este impulso es muy poderoso y domina su voluntad. Heather Beal, una mujer de origen estadounidense, es una de las mujeres más adictas a este líquido en el mundo. Según ella, la pintura tiene una textura muy suave y parece que está tibia, cosa que le agrada en demasía.

Adicción a  comer jabón

El jabón es un producto indispensable para la limpieza del hogar. Está compuesto por sustancia tóxicas y nocivas para la salud, pero no por ello, deja de ser un manjar para Tempestt Henderson, quien lo consume a diario. Esta mujer estadunidense, se come 5 pastillas de jabón en una semana. Según ella, no puede dejar de consumirlo y la agobia cada vez que debe ir  al supermercado. Su historia fue conocida por el mundo entero.

Imagen: pixabay.com

Bibliografía ►
El pensante.com (septiembre 28, 2016). Las adicciones más extrañas del mundo. Recuperado de https://elpensante.com/las-adicciones-mas-extranas-del-mundo/